Ray de Lima Domingo, 16 marzo 2014

La convención Pokemon en Lima: Sí. Existe.

pkmn wknd

Llegando a la convención PKMN Weekend 2014 hay dos sorpresas iniciales con los que uno se enfrenta. Primero: es el año 2014 y existe tal cosa como una convención de fanáticos de Pokemon aquí en Lima en el que, además, se han agotado todas las entradas. Segundo: La convención se realizó en el Ministerio de Energía y Minas, donde los trabajadores desde lejos miraban perplejos y confundidos a cientos de personas vestidas de pokemones jugando en sus Nintendos 3DS.

DSC00319Mirando desde arriba con desaprobación

Los 17 años que han pasado desde la aparición de Pokemon sobre nuestro planeta no han pasado en vano. Sus fans tienen un rango de variedad desde niños pequeños, adolescentes fumones y madres de familia con sombreroa de Charizard. El tema en común hace que de pronto desconocidos totalmente distintos entre sí se pasen horas conversando con intenso detalle sobre ese interés mutuo. Es casi como hablar de fútbol.

Durante los últimos años en Lima han empezado a aparecer bastantes convenciones relacionadas a temas geek. Desde el Otakufest, dedicado al anime y cosplay, hasta el MasGamers que realiza una convención anual de tecnología y videojuegos. Mientras ya existían convenciones y espacios para comunidades fanáticas de Star Wars, Star Trek y Harry Potter, el PKMN Weekend es uno de los primeros rastros de una comunidad centrada alrededor de un videojuego específico juntándose en masa en un mismo lugar (que no sea las cabinas de Arenales).

DSC00368Y también había chicas.

Al igual que todo evento que incluya cosplay, PKMN Weekend por momentos se convierte en una experiencia un poco trippy, con toda la gente disfrazada con pelucas y lentes de contacto de colores, sin olvidarnos de mencionar a los pokemones tamaño humano posando para fotos. El evento contó además con un concurso de trivia y una presentación de un conjunto de cámara llamado Animatissimo que tocan covers de canciones de animes y videojuegos usando cellos y violines. Un cambio de ritmo bastante drástico pero que la gente pareció disfrutar bastante, o al menos lo suficiente como para apagar sus gameboys un rato.

El evento principal fue el torneo de batallas. Los concursantes se pasaron horas haciendo luchar a sus pokemones desde sus Nintendos 3DS. Para evitar quedarse sin batería, algunos participantes batallaban tirados en el suelo con sus 3DS conectados a un enchufe repleto de cables pertenecientes a otros de los 88 entrenadores Pokemon intentando sobrevivir dentro del torneo.

Desde temprano se oían bastantes rumores entre los concursantes con respecto a un tal Kommander. Parecía que Kommander tenía la fama de ser el maestro Pokemon por estos lados del planeta. Resultó ser un chico flaco de 21 años, estudiante de derecho que ya tiene cierta experiencia en el tema de los torneos Pokemon. A comienzos de este año viajó a Chile para participar en el torneo de Pokemon Day en el que quedó en 3er puesto de todo Suramérica. Caracterizado por su mirada intensa y seria, durante el torneo de PKMN Weekend batalló de una manera tan calculadora que intimidó y arrazó con todos sus contrincantes usando a su equipo épico de pokemones que incluía un Scrafty llamado ‘Maicelo‘.

DSC00330Kommander used Scary Face. It was super effective!

La batalla final se transmitió en un proyector gigante dentro de un auditorio repleto de gente que gritaba después de cada movimiento que se hacía en el juego. Nunca pensé que vería tanta energía por parte de una audiencia viendo a dos personas jugar un videojuego en una pantalla (fuera de los torneos locos coreanos de Starcraft).

Una vez terminado el evento la gente lentamente fue evacuando el auditorio, con los sombreros, polos y disfraces de Pokemon aún puestos. Ya de noche, conversando hasta la salida, los fans de Pokemon dejaron atrás las murallas y campos oscuros del Ministerio a espera de una nueva fecha para mostrar sus colores geek y volver a intentar convertirse en un maestro Pokemon o, qué se yo, vender sus colecciones de chippy taps a precios carísimos.

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